La vida me concedió reencontrarte antes de que me abandonaras en este planeta que ahora se ha vuelto gris.
Realmente como te dije yo nunca te perdí, te seguía, sabia de ti, de tu vida, tus historias que como pudiste comprobar conocia como las mías.
Tu me habías perdido. ¿Como podía suponer que llevabas años buscándome?
Te conocí haciendo crucigamas hace la friolera ya de 32 años, nos amamos con todas las trabas de este mundo durante cuatro años tras los cuales decidimos, decidí... confusa de tanto Amor que tu felicidad no era yo. A pesar de ello viniste a auxiliarme cuando caí enferma, eran tus visitas diarias las que me daban ilusión en la lucha, tus palabras, las que me forzaban a una lucha que no quería asumir.
Día a día durante cinco meses llegabas con un paquete de fortuna y un libro, me dabas 24 horas para leerlo y después debatirlo. Me hiciste aprender de historia, antropología, física mucha física, me apasionaste con la religión, la mentira, la manipulación y la Sibila.
Por ti decidí la universidad a distancia, por ti viaje a Cadiz en busca del toro, tu me descubriste el comepiedras, los apócrifos y el poder.
Mi hijo dice que me equivoque, pero no podía enfrentarte a elegir entre yo y una promesa a una Madre en su lecho de muerte.
Desaparecí para ti, tu nunca lo hiciste para mi. Te creía feliz, de verdad que te creía feliz ¿como sospechar que me buscabas?
Hace cinco años me atreví a ser tu amiga en una red social, pensé que recordarías que cada poema que te escribí lo firmaba Frana, pero tu buscabas a Dami y no me reconociste tras un avatar. Pero yo si podía verte, tus fotos, tus hijos... ser parte de ti en alguna forma. Hace un año mi hijo empezó a acompañarte en alguna excursión, quería conocer al hombre del que toda la vida había oído hablar como el gran y único Amor de la vida de su madre, porque nunca lo negué a nadie, ni siquiera a mi marido. Prohibí que todos los que ibas conociendo mencionaran mi nombre, no debías saber nunca de mi.
El día que decidí que nunca mas soportaría malos tratos y me separe del que fue mi marido durante 26 años , encontré asilo, consuelo y fuerza en estos grandes amigos que me apoyaban por la red, por ellos colgué una foto y.... fue inmediato.
Ese mismo día mi hijo recibió un SMS "Mañana tengo que ir al mercado de Ariany, quiero verte" ¿mercado de Ariany? Nadie tiene que ir al mercado de Ariany, aquí hay cuatro puestos de muerte. Me obligo mi hijo, yo no quería, además me puse lo peor posible, mal vestida, sin peinar... Quedamos en es Kugulls, cuando te acercabas toda yo temblaba, había bebido tres cervezas para ver si era capaz de disimular, tratarte como un viejo amigo... imposible.
Dos besos un abrazo, mientras me decías: He pasado años buscándote ¿porque no me dijiste que eras tu?" Me habías buscado, pero jamas pensaste que una mujer como yo, urbanita total, bastante pijilla, despendolada, guerrera, acabara en un pueblo minúsculo escondida del mundo.
También me comentaste que cuatro años antes sin saber porque habías estado en el mismo sitio de Ariany, en esta misma mesa tomando una coca cola, no sabias que te había llevado allí. Me estremecí puesto que cuatro años antes yo llegaba a Ariany.
Charlamos, ibas a contarme tu vida pero te la conté yo a ti, te hable de tus hijos, sus aficiones, sus partidos o exhibiciones gimnásticas que yo había visto. Prometiste volver para continuar la charla. Lo hiciste, ya en casa, solos entre entradas y salidas de niñas que te reconocían como el famoso Toño, te diste cuenta que a mi alrededor eras uno mas de la familia.
Dijiste que lo recordabas todo, cada instante de lo que habíamos vivido juntos, me habías explicado tu enfermedad, sin victimismos, con tu chulería y entereza confesando que a veces necesitabas llorar pero fingías ante los tuyos, demostrando una fuerza que no siempre estaba.
Las circunstancias mas que nunca obligaban, yo estaba allí pero tu te debías a los tuyos que merecían todos mis respetos. Las ultimas palabras me llegaron por mi hijo en la ultima excursión.
El respeto obligaba a alejarme de nuevo, te bloquee para evitar tentaciones.
Nunca quisiste mi cuerpo, cuando jóvenes jugueteamos mucho pero siempre me decías que mi cuerpo podía tenerlo cualquiera, un poco casquivana si era yo, decías que querías mi alma para ser el único.
Mi alma es tuya, cuidala hasta que llegue a reclamartela.
Por fin puedo decírtelo, admitirlo sin miedo, ya no hay trabas. Si existe un cielo solo puedes ser tu, esperame en el.
Mas allá de la vida me lo has dicho con la muerte.
TE QUIERO
Realmente como te dije yo nunca te perdí, te seguía, sabia de ti, de tu vida, tus historias que como pudiste comprobar conocia como las mías.
Tu me habías perdido. ¿Como podía suponer que llevabas años buscándome?
Te conocí haciendo crucigamas hace la friolera ya de 32 años, nos amamos con todas las trabas de este mundo durante cuatro años tras los cuales decidimos, decidí... confusa de tanto Amor que tu felicidad no era yo. A pesar de ello viniste a auxiliarme cuando caí enferma, eran tus visitas diarias las que me daban ilusión en la lucha, tus palabras, las que me forzaban a una lucha que no quería asumir.
Día a día durante cinco meses llegabas con un paquete de fortuna y un libro, me dabas 24 horas para leerlo y después debatirlo. Me hiciste aprender de historia, antropología, física mucha física, me apasionaste con la religión, la mentira, la manipulación y la Sibila.
Por ti decidí la universidad a distancia, por ti viaje a Cadiz en busca del toro, tu me descubriste el comepiedras, los apócrifos y el poder.
Mi hijo dice que me equivoque, pero no podía enfrentarte a elegir entre yo y una promesa a una Madre en su lecho de muerte.
Desaparecí para ti, tu nunca lo hiciste para mi. Te creía feliz, de verdad que te creía feliz ¿como sospechar que me buscabas?
Hace cinco años me atreví a ser tu amiga en una red social, pensé que recordarías que cada poema que te escribí lo firmaba Frana, pero tu buscabas a Dami y no me reconociste tras un avatar. Pero yo si podía verte, tus fotos, tus hijos... ser parte de ti en alguna forma. Hace un año mi hijo empezó a acompañarte en alguna excursión, quería conocer al hombre del que toda la vida había oído hablar como el gran y único Amor de la vida de su madre, porque nunca lo negué a nadie, ni siquiera a mi marido. Prohibí que todos los que ibas conociendo mencionaran mi nombre, no debías saber nunca de mi.
El día que decidí que nunca mas soportaría malos tratos y me separe del que fue mi marido durante 26 años , encontré asilo, consuelo y fuerza en estos grandes amigos que me apoyaban por la red, por ellos colgué una foto y.... fue inmediato.
Ese mismo día mi hijo recibió un SMS "Mañana tengo que ir al mercado de Ariany, quiero verte" ¿mercado de Ariany? Nadie tiene que ir al mercado de Ariany, aquí hay cuatro puestos de muerte. Me obligo mi hijo, yo no quería, además me puse lo peor posible, mal vestida, sin peinar... Quedamos en es Kugulls, cuando te acercabas toda yo temblaba, había bebido tres cervezas para ver si era capaz de disimular, tratarte como un viejo amigo... imposible.
Dos besos un abrazo, mientras me decías: He pasado años buscándote ¿porque no me dijiste que eras tu?" Me habías buscado, pero jamas pensaste que una mujer como yo, urbanita total, bastante pijilla, despendolada, guerrera, acabara en un pueblo minúsculo escondida del mundo.
También me comentaste que cuatro años antes sin saber porque habías estado en el mismo sitio de Ariany, en esta misma mesa tomando una coca cola, no sabias que te había llevado allí. Me estremecí puesto que cuatro años antes yo llegaba a Ariany.
Charlamos, ibas a contarme tu vida pero te la conté yo a ti, te hable de tus hijos, sus aficiones, sus partidos o exhibiciones gimnásticas que yo había visto. Prometiste volver para continuar la charla. Lo hiciste, ya en casa, solos entre entradas y salidas de niñas que te reconocían como el famoso Toño, te diste cuenta que a mi alrededor eras uno mas de la familia.
Dijiste que lo recordabas todo, cada instante de lo que habíamos vivido juntos, me habías explicado tu enfermedad, sin victimismos, con tu chulería y entereza confesando que a veces necesitabas llorar pero fingías ante los tuyos, demostrando una fuerza que no siempre estaba.
Las circunstancias mas que nunca obligaban, yo estaba allí pero tu te debías a los tuyos que merecían todos mis respetos. Las ultimas palabras me llegaron por mi hijo en la ultima excursión.
El respeto obligaba a alejarme de nuevo, te bloquee para evitar tentaciones.
Nunca quisiste mi cuerpo, cuando jóvenes jugueteamos mucho pero siempre me decías que mi cuerpo podía tenerlo cualquiera, un poco casquivana si era yo, decías que querías mi alma para ser el único.
Mi alma es tuya, cuidala hasta que llegue a reclamartela.
Por fin puedo decírtelo, admitirlo sin miedo, ya no hay trabas. Si existe un cielo solo puedes ser tu, esperame en el.
Mas allá de la vida me lo has dicho con la muerte.
TE QUIERO
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